Arraigada en la esencia de los principios del diseño escandinavo, una cocina nórdica irradia sencillez con una fuerte conexión con la naturaleza.
Las paletas de colores sobrias, con blancos suaves y tonos neutros, amplifican la luminosidad y la amplitud incluso en espacios pequeños. Los elementos naturales, como la madera utilizada en armarios y suelos, añaden un toque de belleza orgánica. Se introducen elementos que infunden una cálida sofisticación y a menudo se incorporan estanterías abiertas para exhibir los utensilios de cocina más selectos. Una cocina nórdica encarna un entorno sereno y acogedor que emana calma y confort.